El intenso calor reinante en San Felipe, no fue un impedimento para que los estudiantes de la Universidad Adolfo Ibáñez, cumplieran su propósito: desarrollar trabajos voluntarios que permitieran aportar a una mejor calidad de vida de los vecinos y vecinas de ocho sectores de la comuna.
Mientras las dependencias del Liceo Bicentenario Corina Urbina fueron el centro de operaciones y de alojamiento para los jóvenes, los profesionales de la Dirección de Desarrollo Comunitario apoyaron en la logística, así como en la coordinación con los dirigentes de los diferentes sectores, quienes además articularon con los vecinos a objeto que pudiesen contar con lo necesario para poder trabajar: desde patios donde guardar herramientas, hasta refrescos para capear el calor en medio de los trabajos que realizaron.
Los sectores Julián Gumiel, Corvi, 21 de mayo, Nueva Algarrobal, Departamentos Santa Teresa, Juan Pablo II, Los Araucanos y Yevide fueron los escogidos para el desarrollo de distintas iniciativas, como la construcción de pérgolas, juegos infantiles y equipamiento para la práctica de actividad física, labor que, a juzgar por uno de los líderes de esta iniciativa, José Pablo Valdivia Soto, fue muy gratificante.
“La motivación de los chiquillos fue increíble, porque los vecinos nos recibieron muy bien, pasaban todos los días regalándonos bebida, comida, mercadería, porque a veces nos tocaba comer cosas que no nos gustan tanto y los vecinos nos llevaban comida que nos gusta; nos trataron muy bien y por eso es que cuando tuvimos algún obstáculo, no podíamos no levantarnos para hacerlo lo mejor posible”, expresó.
“Una persona, una huella”, es el lema de los Trabajos Voluntarios 2022 de la UAI y en este sentido, los estudiantes expresaron que “el voluntariado es una oportunidad para promover el sentido de comunidad”.
Al igual que José Pablo, Nadia Bustamante pertenece al grupo 6 que realizó labores en la Población Yevide y señaló fueron días muy intensos y extenuantes. “Estamos muy cansados, pero fue una semana llena de amor, nosotros no somos maestros constructores, pero hicimos nuestro mayor esfuerzo”, comentó.
En este mismo sentido, la presidenta de la Junta de Vecinos de la Población Yevide, María Méndez, manifestó su agradecimiento y el de las familias del sector, por la iniciativa de la UAI. “Yo les facilité mi casa, eran uno más en mi familia y ver terminado todo esto, es muy gratificante, porque va a servir a todos los lolos del sector”, comentó.
La Alcaldesa Carmen Castillo coincidió con la dirigente vecinal y a la vez, destacó el despliegue de los estudiantes y el trabajo coordinado con la DIDECO.
“Agradecidos de la Universidad que ha generado este voluntariado. Este trabajo conjunto permite generar lazos, lazos de solidaridad, en cuanto a que el mundo puede ser mejor si nos unimos y en ese contexto estamos muy felices por el hecho que DIDECO ha sido un gran partícipe en esta actividad, junto con el apoyo de DIPMA y DAEM”, puntualizó la jefa comunal.
Los jóvenes fueron despedidos el sábado, con un almuerzo comunitario que fue preparado por las “Regalonas de la Olla”, pertenecientes a la Población Santa Brígida, con el apoyo del concejal Guillermo Lillo, ocasión en la que se puso término a 10 días de intenso trabajo y compromiso de parte del grupo de estudiantes universitarios.