El impacto del cambio climático y la mega sequía en la Región de Valparaíso no sólo se ha manifestado en los más de trece años consecutivos de déficit de agua caída, sino que también en el déficit de nieve acumulada en los cajones cordilleranos, registrándose en el pasado mes de febrero un nivel de sólo 6,74 milímetros en la estación Portillo.
La empresa ESVAL precisó que informe estadístico de la Dirección General de Aguas (DGA), ratifica la crítica situación hídrica que enfrenta la Cuenca del Aconcagua, luego que la estación de Portillo registró la menor acumulación de nieve para febrero de los últimos siete años, alcanzando apenas los 6,74 milímetros. Argumentando la sanitaria que esto abiertamente deja en evidencia como el cambio climático y la mega sequía en la region de Valparaíso no solo se ha manifestado en los más de 13 años consecutivos de Déficit de agua caída en la zona.
“Desde 2015, en que cayeron sólo 0,32 milímetros de nieve, no teníamos un registro tan bajo para este mes. La cordillera es nuestro embalse natural, pero hoy simplemente no contamos con él, lo que significa que debemos extremar la buena gestión del agua acumulada en Los Aromos, del escaso caudal que corre por los ríos y ser conscientes del sobreesfuerzo al que están sometidas las fuentes subterráneas”, dijo el gerente regional de Esval, Alejandro Salas.
El ejecutivo explicó que “partimos con una base más baja que el promedio histórico para esta fecha y los pronósticos para la temporada de invierno no son auspiciosos. Por ello, no sólo seguimos buscando alternativas para reforzar nuestras fuentes, sino que el diálogo con las Juntas de Vigilancia es más prioritario que nunca. Nos estamos desertificando y todos los usuarios debemos adaptarnos a este nuevo escenario de emergencia climática”.
Efecto de conducción reversible Los Aromos
Respecto al agua embalsada, febrero cerró con un volumen de 13.653.806 m3 en Los Aromos. “El año pasado a la fecha, sólo teníamos 5 millones de m3 en el embalse, por lo que la cifra actual da cuenta de los buenos resultados del proyecto de conducción Los Aromos-Concón, la gestión y el gran esfuerzo realizado por los agricultores de la cuenca del Aconcagua y las autoridades, que nos permite conducir más agua hacia esta reserva”, detalló Salas.
Advirtió, al mismo tiempo, que “esta mejor posición de partida para la próxima temporada, no es suficiente para confiarnos, pues no tenemos certeza de cómo se comportarán las lluvias este invierno ni cómo la permanente sequía afectará a las fuentes subterráneas. Debemos estar preparados para los peores escenarios, que hasta ahora han demostrado ser perfectamente posibles”.
En tanto, el Tranque La Luz (que permite abastecer a más de 15 mil familias de Placilla y Curauma) alcanzó 3.228.174 m3 acumulados, lo que representa un 58,7% de su capacidad. El caso más dramático es el lago Peñuelas, que a comienzos de este siglo era la principal reserva de agua del Gran Valparaíso. Este embalse, cuya capacidad máxima es de 95 millones de m3, registra a la fecha sólo 15.000 m3, encontrándose prácticamente seco.