Desconcierto e impotencia entre regantes de la Primera Sección del Río Aconcagua por nueva instrucción del Director Regional de Aguas ordenando “entregar un caudal como mínimo de 5 metros cúbicos en la estación fluviométrica San Felipe 2 y respetando los 300 para ESVAL”.
A través de una declaración pública los dirigentes de canalistas de la Junta de Vigilancia de la Primera Sección sostienen que; “esto, para las 8 comunas afectadas: “demuestra la falta de acercamiento a la realidad de éstas. Ya que, si la disponibilidad actual de aguas superficiales en la estación DGA de Aconcagua en Chacabuquito, es de alrededor de 15.8 m3/s y se pide dejar pasar 5, es evidente que implicará un daño irreparable para los usuarios de la Primera sección, los que ya se encuentran en una situación dramática e inédita de estrés hídrico. Esto era evitable si hubiese habido participación en el cimiento de esta nueva regla de reparto. Los errores de hoy, se deben a no iniciar correctamente los procesos y cambiar las reglas, sin la participación adecuada.
Desde junio, más de 6 mil usuarios han enfrentado una pérdida productiva, sin precedentes recibiendo menos de la mitad del agua que en el año, históricamente, más seco: 2019-2020. Debido a que la DGA ha aplicado por meses una regla de reparto que no tuvo, en su origen, la participación de todas las partes de la cuenca y ha hecho perder el equilibrio, aunque precario por la escasez hídrica, había mantenido funcionando al río y a sus diversas secciones en los 12 años de extrema sequía.
AFECTACION
Con la instrucción recién enviada aumentará el perjuicio de los usuarios que ejercen hoy el 40% de sus derechos permanentes y pasarán a ejercer sólo el 27%, mientras las restantes secciones están regando casi la totalidad de su superficie. “Lo que demuestra una desproporción, que sólo se explica por no considerar la realidad de todas las partes”. Los pequeños y medianos agricultores de la Primera sección del río Aconcagua están desolados viendo cómo secan sus cosechas y el trabajo de toda una vida: “Esto es falta de conocimiento de nuestro territorio, de acercamiento y valoración de éste y de las organizaciones del Valle de Aconcagua”.
DEBEMOS RECUPERAR EL EQUILIBRIO DE LA ULTIMA DECADA
La DGA en junio empezó a intervenir la cuenca del Aconcagua, rompiendo abruptamente el equilibrio existente. Esta nueva regla de reparto le asignó a la Segunda sección el 44% del agua disponible en una fuente cuya disponibilidad estaba comprometida con los derechos constituidos y reconocidos en la Primera sección y que fue declarada agotada el año 1985. “Los derechos constituidos y reconocidos en la Segunda sección son con cargo a los recursos de dicha sección y no de otra que ya estaban comprometidos, es decir, no son con cargo a la disponibilidad de la Primera” lo que se ha reiterado y se presentó en el recurso de reconsideración a la resolución N°1123 de la DGA.
A su vez, la Segunda se constituyó formalmente recién el 2013, fijando como sus fuentes de sus derechos los afloramientos, el río Putaendo y los esteros Catemu, Lo Campo y Los Loros, estando Aconcagua agotado, no había disponibilidad del recurso para inscribir nuevos derechos en éste. Los regantes afectados señalan que: “esto demuestra errores de base, en el origen de esta nueva regla de reparto, los que se han reiterado una y otra vez, de todas las formas. Urge retomar el equilibrio, para no sacrificar más a miles de familias del Valle de Aconcagua”.