Un estudiante de Cuarto Medio del Liceo San Felipe que durante la semana pasada ingresó con un arma hechiza al establecimiento, fue expulsado de acuerdo a los protocolos previstos para estos casos por el DAEM.
No obstante, desde la Dirección de Educación Municipal se aseguró que el joven de 17 años, no quedará fuera del sistema educativo y podrá terminar su enseñanza media en otro establecimiento.
La directora de DAEM, Natalia Leiva, lamentó la situación producida y aseguró que el joven no amenazó a nadie con el arma, la que entregó a una compañera de curso para que se la guardara.
De acuerdo al protocolo, desde la dirección del liceo se llamó a la PDI, tras lo cual el joven fue detenido y el arma incautada por efectivos de la Policía de Investigaciones.
El tribunal de garantía determinó en su contra las medidas cautelares de arraigo nacional y someterse a un tratamiento psicológico por los 75 días que dure la investigación.
“Es una situación bien compleja a nivel estudiantil y este joven más que fuera sorprendido con el arma directamente, una de sus compañeras advirtió a la profesora jefe la presencia de esta arma y se dio cuenta al equipo de gestión, para posteriormente llamar a la PDI”, indicó Natalia Leiva.
Añadió que “es la primera oportunidad que tenemos de un hecho como este en el liceo, se trata de un arma hechiza que no tenía percutor, razón por la cual el estudiante resultó expulsado del establecimiento educacional de acuerdo a la normativa vigente contemplada en la Ley de Aula Segura”.
Leiva agregó que dado que el joven tiene 17 años es imputable ante la ley, por lo que quedó con arraigo nacional, además de tener que ingresar a un programa de apoyo psicosocial.
Consultada sobre la posibilidad de utilizar detectores de metales en los establecimientos, recordando que hace un tiempo se produjo otro caso similar en una escuela a la que un alumno ingresó con una pistola a balines, la directora descartó esa opción.
“Es un poco complejo llegar a ese extremo de poner detectores de metales, cuando tenemos un sistema que está funcionando y donde los estudiantes están alertas, son buenos compañeros y dan conocer situaciones como éstas. Tenemos que potenciar esos factores protectores de nuestras comunidades educativas, más que trabajar en el control y la detección de los metales. Hemos tenido dos episodios en un universo de más de 6.500 estudiantes, lo que habla de incidentes aislados como para pensar en medidas como la de implementar detectores de metales”, enfatizó.